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CAJABAMBA,
madre de la marinera.
Después de la llegada
del Libertador de América a la ciudad de Cajabamba, este fue invitado a una
saca de papas ( cosecha), donde participó con un pelotón de su ejército
ayudando en la tarea a los pobladores, demostrando su preocupación por los
lugareños.
Bailando, se le zafó
del pie una sandalia a Chepita Ramírez, hermosa dama cajabambina de una de las
mejores familias de ese entonces, ella tiró la otra y continúo bailando
descalza; al concluir, el caballeresco General, se hincó ante la dama, calzándole
las sandalias mientras ella ponía un pie en una de sus rodillas.
Este acto que acabo de
describir, destaca pues el nacimiento de lo que posteriormente el escritor y
músico huamachuquino don Abelardo Gamarra “El Tunante”, bautizara como marinera
en homenaje a la Marina de Guerra del Perú; considerándose que en la
actualidad se emula a estos dos personajes, ella bailando descalza, él con
botas y muy elegante, el varón concluye de rodillas y la dama levanta un pie
sobre la rodilla de su pareja, algunas veces.
La inmigración de los
pueblos, camina junto a sus costumbres y las desarrolla con ciertas evoluciones
o manteniendo su originalidad en el lugar en el que residirá, entonces remontándose
al momento en que gente de Cajabamba inmigra a la costa específicamente a
Trujillo, no se ubica en la ciudad si no en los alrededores, como Moche por
ejemplo, zona dedicada a la agricultura que cobijó a infinidad de inmigrantes,
quienes enraizaron sus costumbres en la mezcla cultural con el pueblo moche,
generando una corriente que en la actualidad tiene resonancia a nivel nacional
en los Concursos de Marinera que se organiza en Trujillo la “Cuna de la
Marinera”, pues acá creció y se internacionalizó.
¡Viva
el Perú! ¡Viva Cajabamba! ¡Viva la Marinera!
La música de fondo es la marinera Virgencita del Rosario en homenaje a la Santísima Patrona, del compositor cajabambino Manuel Goicochea Ríos http://www.musicaperuana.com